Área de Protocolo y Ceremonial.
Siguiendo con el tema del color y la importancia que tiene a la hora de organizar eventos, decorar o vestir. Hoy he pensado en el oro, que como decía la semana pasada este año tiene un protagonismo especial en la moda.
Siguiendo con el tema del color y la importancia que tiene a la hora de organizar eventos, decorar o vestir. Hoy he pensado en el oro, que como decía la semana pasada este año tiene un protagonismo especial en la moda.
El oro llega a tener hasta unos 19 nombres, que marcaran los tonos que solo llegan a distinguir bien los joyeros, orfebres y restauradores. Se dice que es mucho más que un color, y que se asocia a la belleza, pero tiene la connotación negativa de ser demasiado materialista y arrogante. Suele ir asociado al dinero, el lujo y para muchos a la felicidad.
Ya los egipcios hace más de 7.000 años eran conocidos como el pueblo del oro, en su lengua "nub", de ahí el nombre de Nubia. En América fue famoso "el Dorado", monarca indio que se bañaba en polvo de oro. Mencionar también la leyenda del "vellocino de oro", el "ganso de oro", o el oro de los alquimistas.
Desde la antigüedad ha sido el color del éxito, el mérito y la fama. Los vencedores reciben la medalla de oro. En el mundo del cine, el oro lo encontramos en galardones como: "Oso de oro", "Palma de oro", y como no estos días está en boca de todos el "Oscar de Hollywood". La industria francesa de la moda, concede cada año el "Dedal de Oro", que han recibido entre otros los españoles Francis Montesinos y Paco Rabanne.
El oro, en definitiva se considera el símbolo de la fidelidad y de la permanencia, porque es un metal que nunca pierde su esplendor, al contrario, cuanto más se usa más brilla, y además siempre se recicla, sin perder cualidades y por lo tanto sin perder valor. Por eso es el metal por excelencia de las joyas nobles, entre otras de los anillos de prometida y de las alianzas. Es el color de las "Bodas de Oro" para el matrimonio y para los profesionales, que se celebran pasados 50 años. Simboliza también la honradez, la confianza, la solidez, la fidelidad y la amistad.
Este color se asocia al sol, y se creía en la prehistoria que el oro se formaba con sus rayos. Para los incas era sagrado, y decían era la sangre del astro mas poderoso, el Sol. Menos romántica era la idea de los aztecas, que pensaban que el oro eran las heces de los dioses, el llamado teocuitatl.
En el mundo religioso es un color que se repite en el mundo cristiano como signo de lo divino, o en el musulmán, o en la religión de los Faraones, que creían que al morir regresaban al Sol, de ahí que en la tumba de Tutankamon en su sarcófago encontraron mas de 225 kilos de oro.
Pero ante todo hay una cuestión que nos debemos plantear, sobre todo en estos tiempos que estamos viviendo. ¿Donde acaba la elegancia del lujo y donde comienza la ostentación vulgar del oro?
En protocolo como ya he comentado en varias ocasiones, siempre debemos optar por la sencillez, y pensar en que ámbito nos movemos. Esto quiere decir, que no es lo mismo acudir a un acto de gran ceremonial, o acudir a una comida en el campo. Y sobre todo no debemos ofender nunca con nuestra imagen y posibles excesos, a quienes nos acompañan. La ostentación está fuera de lugar en nuestra sociedad, y es motivo suficiente para ser marginados. Por tanto seamos discretos, sencillos y no abusemos de este color en nuestras ropas, accesorios y decoración. Y recordemos que "No es oro todo lo que reluce".
Vía: El Correo Gallego
protocol@campus-stellae.com
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