{ PROTOCOLO Y CEREMONIAL }
NURIA PEREIRA
Las rayas, rebeldía y elegancia
Hoy las rayas en el mundo de la moda no entienden de edades, ni de sexo, ni de estatus social, se llevan tanto en invierno como en verano, y no tienen horario. Pueden ser rayas horizontales o verticales, bicolores o policromáticas. Pero sobre todo, son una importante herramienta visual para esconder imperfecciones. Es lógico pensar que a lo largo de una jornada de trabajo, de viajes, de reuniones y de comidas por medio, las arrugas y las manchas son inevitables, pero con la tela de rayas se camuflan perfectamente.
En la antigüedad, la raya fue considerada como símbolo de poder, prestigio, respeto y elegancia. Tanto en el mundo romano como en el mundo griego, las autoridades y personalidades usaban sobre la toga, el manto llamado "penula", que servía de abrigo y defensa de la lluvia. Las mujeres llamaban a esta pieza "stola", y la llevaban sobre la túnica, pero solo las mujeres nobles, podían añadir a estas franjas, ricos bordados en oro y plata.
Es en el siglo XIII cuando comienza el declive de su uso. El 9 de octubre de 1254 el rey Luis IX, regresa a Francia, tras cuatro años en Tierra Santa. Allí conoce a los monjes carmelitos a quienes se reconocía por sus capas rayadas. Pero es la actitud humilde y austera de estos provoca la indignación del papa Alejandro IV y prohíbe el uso de la raya, los acusa falsamente de codicia, hipocresía, felonía, y de enviados del Diablo y del Anticristo.
Otras leyes similares se extienden rápido por países germánicos y del sur de Europa. Es en el mundo occidental en la Edad Media, cuando las franjas y las telas listadas se convierten en marca de exclusión e infamia. Se usaban para identificar a bufones, verdugos, condenados, herejes, judíos, musulmanes, brujas, prostitutas, mujeres adúlteras (que no hombres...), y a los sirvientes codiciosos entre otros.
En el Renacimiento esto da un giro y las rayas comienzan a recuperar el valor perdido, tanto, que Francisco I de Francia y el rey Enrique VIII. Ambos pidieron a sus retratistas ser pintados con atuendos rayados.
Pero las rayas logran su gran triunfo en 1775 en la Guerra de Independencia norteamericana, y catorce años mas tarde, en 1789 en Europa con la Revolución Francesa, donde se usan como símbolo de libertad.
Es en 1917 cuando de nuevo tenemos que agradecer a la revolucionaria y admirada Coco Chanel que fuese la gran abanderada del estilo navy, aunque no fue la primera en utilizar las rayas, ya que venían usándose desde principios del s.XIX, entre la clase burguesa francesa, pero ella supo hacer de ella un referente de frescura y modernidad.
En 1966, Yves Saint Laurent será el primero en trabajar el estampado a rayas con una colección de Alta Costura: la colección ‘Matelot’ (Marinero).
Otras grandes figuras de las artes son identificadas con la ropa de rayas, como las famosas camisetas de Pablo Picasso, Brigitte Bardot, Jean Paul Gaultier, que convierten la raya en icono de la moda.
Para terminar, recordar que se prohibió el uso de la raya a los monjes carmelitas por difundir el lema incomodo para algunos de: "sencillez y pobreza". O como decían los revolucionarios franceses, las rayas son un símbolo de libertad, igualdad y fraternidad, que es conveniente recordar de vez en cuando, al menos cuando usemos ropa de rayas.
Fuente: Correo Gallego
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