Está de moda el espíritu del verde

..¿Cual es tu color favorito?. Curiosidades sobre el color verde en el artículo de Nuria Pereira directora del IECS. Vía: El Correo Gallego 

A lo largo de la historia el protocolo ha estado marcado por el color verde. Ya en la antigua Babilonia la Esmeralda era sin duda la gema más excepcional. Algunas cabezas coronadas como la de Cleopatra han hecho famosa esta gema verde. El diamante y el zafiro verdes por su excepcionalidad son piezas únicas. Esta año grandes firmas del mundo de la alta joyería, incluyendo los relojes, incorporan este color en su linea de élite. Así que recuperar la apasionante historia de este color es obligado.

El verde se ha considerado siempre como el color de la esperanza, y vinculado a la espiritualidad de religiones como la cristiana, la musulmana y la budista. Los cristianos hablan del verde del Espíritu Santo, los musulmanes lo consideran el color sagrado del Islam. El verde es el color favorito del profeta Mahoma, y que lucía en su manto. También lo es la bandera santa, valiosa reliquia del Islam, de fondo verde y bordada en oro, que representa el paraíso. De este detalle, es de donde procede el diseño de uno de los relojes más cotizados en estos momentos, y es presentado como la estrella de la colección. Una pieza al alcance de pocos, pero orientada básicamente a los grandes compradores de países árabes. Los apasionados de los relojes seguro que ya saben cual es. Realmente una pieza exclusiva.

En el antiguo Egipto, el verde era el color del Dios Osiris, "el gran verde", el dios de la vida. El verde femenino lo encontramos en Roma con la diosa Flora, en Alemania con el nombre Linda, en Francia: Yvonne y Chloé que significa verde mayo. Pero lo que mas me ha llamado la atención del verde, es la gran dificultad que ha tenido el ser humano para reproducir este color de la naturaleza en los tejidos. Por ello ha sido un color realmente ansiado, y que pocos hasta épocas recientes han podido lucirlo. Un color codiciado por la alta burguesía y la nobleza, que llevó a la muerte al mismísimo Emperador Napoleón, en la Isla de Santa Elena, un 5 de mayo de 1821. ¿Y por qué?.

Para los pintores el verde era el color de veneno, ya que en su elaboración se usaba entre otros el cobre, que es venenoso. Pero hasta 1814, no se consiguió el verde intenso que no perdía su luminosidad bajo el sol. Fue la empresa alemana Schweinfurt, la que lo consiguió añadiendo arsénico al tinte. Se le conoció como el "verde emperador" o "verde París". Pero el arsénico en contacto con la humedad, se evaporaba de forma gradual e imperceptible. Con lo que es fácil imaginar como en la lluviosa primavera, en la Isla de Santa Elena en pleno Atlántico Norte, poco a poco ayudó a que la salud de Napoleón Bonaparte fuese mermando. Napoleón había hecho cubrir las paredes de sus aposentos con tapices verdes, la sillería de cuero verde, sus ropas y capa verdes. Poco a poco murió intoxicado, pero no fue el único. Mujeres de la alta aristocracia de la época corrieron igual suerte, hasta que a comienzos del s.XX, se prohibió este colorante.

Los pintores y restauradores siguieron usando este color, pero con permiso especial. Por ejemplo un cuadro famoso, es el de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, de 1503, que lleva un vestido verde puro. Por lo que es facil afirmar que se trataba de una mujer de la nobleza a la que se reservaba el verde puro, intenso. En cambio, el verde oscuro y el claro eran propios de la burguesía.

Es en el s.XIX, cuando se convirtió en el color de los liberales europeos, en favor de la libertad. Y hoy lo vemos como color del resurgir de la primavera.