Por Nuria Pereira, Directora del IECS.
Área de Protocolo y Ceremonial.
Cada año tiene su color, y el 2014 ha sido bautizado como el año de la Orquídea Radiante. Así lo han decidido los expertos del Pantone Color Institute, considerados como la biblia de los colores.
Área de Protocolo y Ceremonial.
Cada año tiene su color, y el 2014 ha sido bautizado como el año de la Orquídea Radiante. Así lo han decidido los expertos del Pantone Color Institute, considerados como la biblia de los colores.
El púrpura será el color de las pasarelas, del diseño y de la decoración. Los colores que lo forman son una mezcla de fucsia, violeta, morado y ligeros toques rosados. Los otros protagonistas son los tonos dorado y bronce, que forman el dúo perfecto con el violeta.
El púrpura se identifica sobre todo con el poder, la magia, el feminismo y recientemente con el movimiento gay. Es uno de los colores más extravagantes y singulares que existen, y que para muchos es difícil de describir. Unos le llaman lila, otros violeta, púrpura, amatista y así hasta más de 41 nombres. Su visión crea fascinación. Su peculiar luminosidad está presente en la naturaleza y de un modo especial en los amaneceres y los atardeceres, de ahí me imagino su magia y fascinazación que nos produce. Un color con un pasado grandioso, considerado el color de los gobernantes y del poder divino.Es en torno al año 1500 a.C., cuando los fenicios descubren este tinte, que extraían de un molusco típico del mediterráneo. Antes de llegar a sus manos, las sedas recorrían la mítica ruta que lleva su nombre, y era en Damasco donde se tejían. Luego en Siria se teñían y se enviaban a Egipto, donde finalmente se bordaban en oro para ser vendidas a Reyes y gobernantes.
Las primeras referencias escritas sobre este color, las encontramos en el Antiguo Testamento, cuando se narra el momento en que Dios indica a Moisés cuales deden ser los colores del velo del templo y de las vestiduras de los sacerdotes. Mas tarde durante el Imperio Romano, solo el emperador y su familia podían vestir de color púrpura. Es Julio Cesar el que de forma excepcional, concedió a los altos cargos el privilegio de usarlo solo en las togas. El resto de los mortales tenían expresamente prohibido su uso, y si alguna se atrevía, era castigado con la pena de muerte.
Es en el año 300 d.C, cuando llega a su máximo esplendor el monopolio de este tinte divino, y que se ubicó en Constantinopla, hoy conocida como Estambul. Es famoso el mosaico del año 532, donde el Emperador Justiniano y la emperatriz Teodora, aparecen retratados con el manto en color violeta, que fue además el color de la mortaja de la emperatriz, según su expreso deseo.
Otro gran mito de nuestros días es la inigualable Elizabeth Taylor, conocida por sus ojos azul violeta, y por su pasión entre otras, por el color violeta que decía ser su color favorito, ya que hacia juego con sus ojos. Es famoso el disgusto que esto le generó, el día de su boda con el republicano Warner, cuando los del partido le aconsejaron que no vistiese de purpura. Según ellos, era contradictorio que un republicano se casase con una novia que luciese el color de reyes y emperadores.
Para terminar, no puedo dejar de mencionar al movimiento feminista y a las sufragistas, a las que tanto les debemos. Ellas adoptaron el violeta, porque decían era el color que simboliza la sangre real que corre por las venas de todas y cada una de las luchadoras por el derecho al voto, y que simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad humana.
Ya veis, este año luzcamos el púrpura y recordemos todo lo que ha significado a lo largo de los siglos, y en especial para nosotras las mujeres.
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