Bajo la lluvia
Por Nuria Pereira, Directora IECS
Área de Protocolo y Cereomnial
Estos días la lluvia y el viento son los protagonistas, así que salir a la calle o dar un paseo se presenta como una verdadera aventura y un reto. Pero la cosa se complica de un modo especial en las calles populosas. De ahí la importancia de seguir una serie de normas y usos protocolarios. Que como siempre digo, se basan en el sentido común y en la generosidad hacia nuestro entorno. No hay mas secretos...
Lo primero y mas importante es asumir que el paraguas no es un juguete, y que un mal uso nos puede ocasionar más de un disgusto. Así que olvidarse de usarlo a modo de sable, o al típico estilo Charles Chaplin, aunque reconozco que a veces es tentador.
Si no llueve, y no lo vamos a usar, debe llevarse plegado y siempre en la mano izquierda. Recordemos lo que en muchas otras ocasiones he comentado: la mano derecha debe estar siempre libre y dispuesta para ayudar, abrir puertas, saludar, etc. Lo mejor es llevarlo colgado en el brazo izquierdo, así que el más práctico es el que tiene un buen mango en forma de "C", de modo que la punta vaya siempre hacia abajo.
Es especialmente peligroso un paraguas que no permite ser colgado del brazo, porque muchos se lo encajan bajo el brazo, con la punta hacia la espalda, lo que podría herir a los que van detrás de él.
¿Como y cuando abrir o cerrar el paraguas? Al entrar en un local, lo primero será sacudirlo sin molestar a nadie, y plegarlo siempre en la misma puerta o en el paso de acceso, nunca en el interior. Una vez dentro buscar un paragüero, o entregarlo a la persona encargada de ello.
Si vamos a subir al coche o a un medio de transporte público, nos esforzaremos por sacudir con discreción el paraguas fuera, y luego al movernos dentro tendremos especial cuidado en no mojar a nadie. Para abrir el paraguas, lo primero será primero buscar espacio para ello, y obvia decir que lo abriremos una vez estemos fuera.
Como siempre hay cuatro grupos a los que debemos ceder siempre el paso, para prestar una especial atención y deferencia. El orden que hay que seguir de mas a menos importante es el siguiente: Personas que tengan algún tipo de discapacidad, personas mayores, mujeres en general y sobre todo si están embarazas y los niños menores de 7 años.
Si vamos acompañados, llevaremos a la persona bien protegida, para que no reciba la lluvia. Y seremos nosotros los primeros en salir para abrir el paraguas y esperar a que nuestro acompañante se disponga a salir con garantías de no mojarse. Si la otra persona es mas alta y corpulenta que nosotros, le cederemos la función de llevar el paraguas.
Con él abierto, estaremos atentos a levantarlo o bajarlo para no chocar con otros. Y cederemos el paso al grupo de personas indicado arriba como preferentes. Si la persona que viene enfrente es más alta, nosotros bajaremos el paraguas para que ella lo levante, o también lo podemos ladear un poco. Si nosotros somos más altos, haremos el movimiento de subir más el paraguas.
Otra norma básica en la calle, es caminar por la derecha, esto es, pegado a la pared y solo se cede la derecha que es el puesto mas seguro a las personas de los grupos mencionados antes. Si el paso es muy estrecho, y solo cabe una, siempre tiene preferencia el que va por su derecha.
protocol@campus-stellae.com
Vía: El Correo Gallego
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