¿Damos la mano, nos damos un beso o simplemente nos damos un abrazo?
Nuria Pereira nos informa sobre lo que hay que conocer de los puntos básicos que regulan este tipo de actuaciones.
En todo tipo de presentación, lo más importante es mirar a la cara de la otra persona siempre. Es un grave error desviar la vista, o bajar la mirada al suelo.
Siempre animo a mis alumnos a que dominen el juego del contacto visual, que es clave en el protocolo internacional. El gesto de la presentación debe ir acompañado de un tono de voz adecuado y claro, para que se entiendan bien los nombres y apellidos de las personas. Y si no entendemos un nombre debemos indicarlo con un: "Perdone, no lo he escuchado bien...".
Hay varias formas de saludo, algunas ya las hemos visto con detalle en otros artículos, como es el BESO, o el ABRAZO. Lo habitual en el protocolo internacional es dar la mano. Pero en determinadas ocasiones, y en determinados momentos, los formalismos pasan a un segundo plano, y espontáneamente, según las costumbres de cada país, se procede a un saludo más cercano y típico de cada zona.
Pero llegados a este punto, muchas veces dudamos, y nos preguntamos que tenemos que hacer. ¿Damos la mano, nos damos un beso o simplemente nos damos un abrazo?
En primer lugar en España, por regla general, los caballeros se dan la mano, salvo cuando están en familia, donde lo normal es dar dos besos en las mejillas o un abrazo.
El apretón de manos debe ser corto, natural y sentido, sin denotar debilidad mostrando una mano floja y caída, ni tampoco demasiado fuerte, moliendo la mano del otro. Ambas manos deben estrecharse de modo que estén perpendiculares al suelo, nunca en paralelo, ya que la mano que queda encima denota dominio, y la que queda debajo se interpreta como sumisión. Como veis el modo de colocar las manos, delata la verdadera esencia de la persona.
Por tanto, nunca se debe apretar la mano, ni obligar a la otra persona a girar la muñeca. Sacudir la mano enérgicamente, es improcedente, generando una mala imagen hacia el interlocutor y hacia los observadores.
Las mujeres en España se suelen dar dos besos entre ellas, y suelen dar la mano a los hombres. Fuera de España lo más prudente es siempre dar la mano, con un acogedor contacto visual.
Los hombres saludan a las mujeres, solo cuando ellas ofrecen la mano. El besamanos será iniciativa de la mujer. Por tanto la mujer es la que siempre marcará el tipo de saludo que procede en cada ocasión. Los hombres no deben nunca adelantarse a esta señal.
Algunas prohibiciones: nunca se saluda o se recibe un saludo, con los guantes puestos, con la cabeza cubierta, y nunca estando sentados. Las mujeres son las únicas que podrán permanecer sentadas para estrechar la mano.
Los hombres deben quitarse ambos guantes y el sombrero o la visera, además de tener que levantarse. Luego tras las presentaciones, durante el transcurso de la reunión o encuentro, hay una frase importante que hay que tener a mano siempre, y que es realmente útil cuando nos sintamos incómodos, o un poco desvinculados de una conversación o con un grupo: "Perdonen, pero acabo de ver entrar a un amigo. Discúlpenme, voy a saludarlo". Es la mejor forma para despedirnos correctamente, siempre y cuando lo acompañemos de una sonrisa amable y natural.
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