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Artículo- Área de Protocolo y Ceremonial - El Correo Gallego -

El huevo de Pascua

Por Nuria Pereira
Directora IECS
Área de Protocolo y Ceremonial

Una apasionante historia con más de cuatro mil años de antigüedad que nace en Mesopotamia y Egipto, y que llega hasta nuestros días de la mano del Cristianismo, que supo incorporarlo a sus tradiciones, durante la celebración de la Pascua de Resurrección.



La leyenda y la importancia de regalar un huevo nace con el mito del ave Fénix, que alimentó a varias religiones tanto de Occidente como de Oriente, donde todas ellas comparten la misma idea de que la muerte no es más que el paso para el renacer y la vida eterna. El ave Fénix es por tanto uno de los símbolos durante siglos del renacimiento físico y espiritual. Esta leyenda pasó de la tradición egipcia a la persa y a la grecorromana. Los primeros documentos escritos sobre el ave Fénix los encontramos en la obra del historiador Herodoto en el año 484-425 a. C. Y recoge una vez más que se trata de una creencia en el símbolo universal de fertilidad e inmortalidad.

La leyenda resumida cuenta que cada 500 años al ave Fénix le llegaba la hora de morir, y para ello construía un gran nido de especias y hierbas aromáticas, donde ponía un único huevo, que empollaba durante tres días. Durante el tercer día el nido ardía quemándose por completo, hasta reducirse a cenizas, de las cuales resurgía del huevo la misma ave Fénix única y eterna.

¿Y por qué se regala un huevo en la Semana Santa?

Porque es precisamente en esta celebración anual donde se conmemora la Resurrección de Jesucristo, y que tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, motivo por el cual puede variar entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

Muchos historiadores están de acuerdo en afirmar que es San Agustín, en el año 374, quien recupera la costumbre del huevo como símbolo de la Resurrección, y por tanto es aquí cuando se empiezan a regalar entre cristianos los huevos de Pascua como expresión de fe en la inmortalidad y salvación del alma.

Más tarde, en lo siglos XVII y XVIII, en Francia, se les ofrecía a los monarcas canastillos cargados de huevos naturales coloreados, en señal del nacimiento de una nueva vida o la Resurrección de Cristo.

¿Y cuáles eran los colores usados para pintar el huevo de Pascua?

En un comienzo los huevos se pintaban de rojo para simbolizar la sangre de Cristo. Luego se agregaron otros tonos con otros significados, como el azul, que es el color de la época pascual de la Iglesia, luego el amarillo para simbolizar la luz del día de Resurrección, o púrpura para recordar la Pasión.

¿Huevos de chocolate en Semana Santa?

El primer registro histórico que se tiene acerca de los huevos de chocolate se remonta al siglo XVI en la Corte del Palacio de Versalles en Francia. Un regalo para el rey francés Francisco I es el primer huevo de chocolate documentado. En su interior se dice que había grabada una representación de la Pasión de Cristo.

Pero es a principios del siglo XIX, en Francia, Alemania e Italia, cuando se masifica la tradición de regalar huevos de chocolate en Semana Santa.

Así que recordar: la próxima vez que regalemos un huevo de Pascua, lo que hacemos es representar nuestro deseo de vida y resurrección para el agasajado. Con ello, los padrinos y madrinas recordamos nuestro compromiso de cuidar a nuestros ahijados.

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